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Represión a trabajadores de la salud y vuelta a clases

Hoy vamos a estar abordando básicamente dos temas.

Uno tiene que ver con la salvaje represión que sufrieron los trabajadores de la salud, particularmente enfermeros y enfermeras que fueron hasta la legislatura de la ciudad autónoma de Buenos Aires a llevar un petitorio que tiene que ver con el reconocimiento de su carrera profesional justamente como profesionales de la salud y no como administrativos, escalafón en que los explota ciudad autónoma de Buenos Aires y también las clínicas privadas, o sea, el enfermero la enfermera que te atiende en cualquier centro de salud público o privado está ahí mal contratado, mal pago y sin poder reclamar por los derechos que le corresponden.

De eso vamos a estar hablando con conocimiento de causa con una de las enfermeras golpeadas salvajemente por la policía, esa misma que cuando un cheto increpa a un periodista, lo separa amablemente pero cuando alguien se manifiesta no tiene ningún empacho en pegar, maltratar y abusar.

También en el número de hoy vamos a estar abordando la tan mentada vuelta a clase, ese paso de marketing propuesto por Horacio Rodríguez Larreta, que no es más que una propuesta comunicacional y que no tiene ningún asidero en el contexto que estamos viviendo atravesados por la pandemia de covid-19

Ya lo vimos en otras ciudades de la república Argentina, ya lo vimos en otras ciudades del mundo, se abren actividades y los casos vuelven a aumentar, las muertes vuelven a subir en su cuantía en su número y se vuelve a fases anteriores. El gobierno de la nación obviamente dijo que no, pero nosotros queríamos saber un poco sobre la cocina, un poco cómo lo ven las comunidades educativas y por eso es que estuvimos hablando también, con conocimiento de causa, con la secretaria general de UTE uno de los sindicatos que aglutina a los docentes y que son la parte, o una de las partes esenciales del sistema educativo público. Ahí vamos a escuchar su opinión, su parecer, su visión sobre este plan larretista de generar un golpe de marketing, teniendo a los pibes de rehenes, sometiéndolo inclusive, si se le permitía, a tener clases a la intemperie, sin sus docentes y en condiciones paupérrimas, bien como le gusta tratar a los pobres.

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